Piense en cuando usted se olvida de hacer cualquier cosa:
Llamar al primo que cumple años.Poner el despertador.
Verse con un amigo.
Sacarse las cejas.
Que hoy le viene la regla.
Que tenía que comer antes de salir - que están dando una buena película en cinemax - que hace días se propuso dejar de fumar.
¿Verdad que casi siempre dice: ay ¡se me olvidó!
y pide los perdones respectivos?
También existen otras veces en las que uno se acuerda de lo que se le olvidó y se felicita, porque olvidar tenía que pasarle hace rato: la primera vez que se lo propuso – la segunda – la tercera; alguna de las veces.
Pero uno no se olvida cuando se concentra en olvidar. Uno se olvida cuando el olvido le pasa: cuando uno se propone recordar, y ya no puede.
Después, uno no encuentra ninguna excusa para no olvidarse; tampoco hay nadie a quién pedirle perdón.
Bien: ya no recuerda esas caderas,
ni esas pestañas,
ni ése olor,
ni ése sexo,
y en cambio ahora sí recuerda poner el despertador - y al que madruga Dios le ayuda, o el que se despierta temprano come pechuga, y entonces madruga el que come pechuga y se despierta temprano al que Dios ayuda - o simplemente ahora se despierta a tiempo para ver el sol, y eso no sólo le ayuda a olvidarse cada vez más de ése sexo, sino que también contribuye a la buena memoria.
2 comentarios:
realmente este blog es de las cosas que más disfruto leer en la web, y se da taco a taco con mucho de lo que tengo en mi biblioteca
Wow de verdad muchas gracias por eso Diego, qué bonito :) siempre veo sus comentarios en las entradas, y aprecio que siga regresando a ver qué más escribí. Perdón por no contestar ahora. Muchas gracias por leerme!
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