Él, viendo por la ventana.
Yo, con comida entre los dientes.
Él no sabe.
Yo me escondo.
Me disculpo y voy al baño.
Llueve y todo gris,
como leer Rayuela.
Sigue con la mirada extraviada
hoy no nos encontramos de noche.
Yo vuelvo disimulando
la ternura y las ganas.
Además de la comida me trago el impulso.
Esta vez espero a que me quieran primero.
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