después de que insistí desesperadamente
en que no podía leer ningún cartel
y en que siempre me dolía la cabeza
descubrimos que yo tenía miopía
Y de la grave.
Me compraron unos anteojos de pasta gruesa, rojos
Creo que ahora, la gente que me rodea los consideraría al menos bonitos, sino chivas.
y realmente a mí sí me gustaban muchísimo
lastimosamente en esa misma época empezó a salir en la tele Betty la fea
y,
pues
yo era pequeñita
colocha
flaquita
y con anteojos de pasta gruesa
rojos
pasó lo que tenía que pasar,
regla de la naturaleza:
como buenos niños, todos encontraron el parecido
y fue incontenible
la propagación del sobrenombre
y seguidamente la marginidad
sí, sí, así pasa
el bus de la casa era un tormento.
Empecé a sentarme a la par del chofer: los de atrás seguían, y ahora era peor; gritaban.
Recuerdo que mi mamá me regaló su walkman para que no tuviera que escucharlos
Y yo no le hablé a nadie
por un año
- fue el año más callado de mi vida -
también era sexto grado,
y parecía que después de eso no seguía nada
pero yo me decía
un día
me van a salir caderas
un día
voy a ser bonita
Y es que era tan miope que no podía quitarme los anteojos nunca.
Entonces, los majé.
Entonces, los majé.
y los despedacé
le dije a mi papá que había sido un accidente
y me compraron otros anteojos
pero seguían siendo anteojossin marco
y los seguía odiando
2 comentarios:
mis primeros anteojos fueron dorados, grandes, ochenteros y tuve a los 8 años. Entiendo el sentimiento. :)
Esto, quizá, explica algunas cosas. O no.
Publicar un comentario