La muerte se sentó en su escritorio a escribirle al lobo, pero no tenía papel, y había perdido el lápiz.
A la muerte le gustaba el
lobo. La muerte creía que el lobo sabía cómo matar: para ella, él era un artista. El lobo le tenía miedo a la muerte y no quería hacerla enojar.Cuando le llegó
la carta de la muerte, el lobo la leyó preocupado. La muerte se
había esmerado por escribir romanticismos, pero el lobo
pensó que era más bien cursi. Como no sabía qué contestarle, el lobo le
dijo un día que sí (por puro susto), y al siguiente que no (por el mismo susto).
En aquella época, la muerte era muy sensible – todavía estaba muy
joven. Por eso, cuando el lobo cambió de opinión, la muerte lloró.Luego – pobre lobo
– la muerte se
acordó de que ella era la muerte.(... y un tiro le pegó dobodó.)
1 comentario:
cancioncilla pegajosa con recuerdos d escuela....
muy bonito! *-*
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