La cura

Como que uno se cura, ¿no?
Sí, a ratos.
Es buena, la gente nueva. De pronto aparece alguien que, sin proponerse nada, logra desafiar las verdades supuestas (es decir, ¿las mentiras?). No sé nada de mí misma. Incluso, soy más buena de lo que pensaba. Soy entrañable, quizá. Y algo menos loca, maniática y depresiva.
He tenido una buena racha. Es mejor decidir vivir, sí.